El otro día mientras hablaba con unas amigas sobre el trabajo, lo que hacemos y demás, una de ellas me preguntó qué hacemos con el material que usamos cada día… para mi es tan evidente que me reí, intenté entender la pregunta, pensaba que no me preguntaba en serio, pero ellas empezaron a bombardearme a preguntas, ¿lo tiran?, ¿lo lavarán no?, ¿no me digas que lo reutilizan y ya?… con todas estas preguntas entendí que lo que para mí es tan evidente, para las personas ajenas a este mundo es completamente un misterio y de ahí que pensara en explicarles a tod@s cuales son los pasos que seguimos con el material básico que usamos en tu visita al dentista.
Cuando un paciente se sienta en nuestro sillón, nosotras abrimos un kit, que según el tratamiento que vayamos a hacer, pues tendrá más o menos utensilios. Todos esos instrumentos, espejos, sondas, pinzas…. por supuesto, se reutilizan, pero previamente pasan un proceso de limpieza, desinfección y esterilización.
Todo comienza una vez terminamos con el paciente, llevando todo el material del kit a la zona de esterilización. El primer paso es sumergirlo en producto desinfectante, para ello tenemos unas cubetas en las que ponemos el líquido y sumergimos el material durante un tiempo. Los porcentajes de dilución del producto, así como el tiempo que debe estar sumergido el material nos lo da el fabricante del producto según la concentración del mismo.
Lo siguiente es el lavado y aclarado, este paso es como fregar los platos en casa, estropajo, jabón y agua. Luego secamos con papel, uno a uno cada instrumento y revisamos que estén perfectamente limpios.
El siguiente paso es la esterilización. La esterilización es un proceso con el que se destruyen los microorganismos. Se puede esterilizar usando métodos físicos como el calor húmedo, calor seco, pasteurización… o métodos químicos como el óxido de etileno, peróxido de hidrógeno…. En odontología se utiliza principalmente el calor húmedo, para ello necesitamos el autoclave, a la vista parece un horno antiguo, tiene paredes gruesas, con cierre hermético y trabaja a altas temperaturas y presión.
Para esterilizar el material, debemos previamente embolsarlo. Utilizamos unas bolsas específicas para esterilizar (que son las que nos ves abrir cuando estás en la consulta), estas bolsas son especiales por que tienen unas marcas de color azul (en nuestro caso) que con el aumento de temperatura cambian de color, a marrón, indicándonos así que la esterilización ha sido correcta. Cada bolsa debe de tener la fecha del día que la cerramos, para poder controlar el tiempo que ha pasado desde que esterilizamos hasta que volvemos a usar el material. Una vez tenemos el material estéril lo volvemos a guardar y listo para usar.
Y este es todo el misterio, mis amigas siguieron haciendo preguntas… ¿seguro que lo limpias todo?, ¿y cuándo estas cansada no le pasas agua y listo?, ¿y si vas a salir tarde no lo haces al trancazo?, para todas esas preguntas mi respuesta fue la misma… limpio y preparo el material, pensando que puedo usarlo la siguiente vez con mi hijo, o mi madre… ¿crees que se me ocurriría hacerlo mal o con prisas?
